25. Tema: Agua. Escribe lo que sea que te venga a la mente que involucre agua de preferencia un final.
Me encontraba finalmente en casa, esperando a que el café estuviera listo. Había llegado a medio día luego de ir a la escuela a entregar unos papeles y no me tomó mucho tiempo.
El día estaba fresco y el viento traía el dulce aroma de la lluvia acercándose desde lo lejos. Era realmente un día muy agradable y esperaba con ansias aquella lluvia que estaba segura que estaba por llegar.
Una vez listo el café tomé mi taza favorita y serví un poco. Mi ser estaba realmente en paz luego de lo que había sucedido, de todo aquél camino que tuve que recorrer para al fin tener mi propio espacio.
De pronto, ahí estaba, el armonioso sonido de la lluvia cayendo sobre las casas, calles, plantas, etc. La emoción no tardó en adentrarse en mi y dejando la taza en la mesa salí al patio con los pies descalzos, pues dentro de la casa andaba así todos los días por la comodidad.
Me encanta sentir las gotas de la lluvia recorrer sobre mi piel, sintiendo que limpia mi alma y calma mis angustias. Mis pies estaban por completo mojados por los pequeños charcos que se hacían y que pisaba con entusiasmo de una niña pequeña sonriendo y tarareando mientras de igual forma mis ropas se empapaban con aquella lluvia que se estaba tornando cada vez más fuerte.
Desde ahí veía como algunas personas corrían para protegerse del agua y como otras metían la ropa que habían lavado ese día y ahora tendrían que secar nuevamente.
Desvié la mirada hacia la entrada de la casa y ahí estabas, una razón más para que mi día terminara perfecto. Te habías levantado quizás por el ruido que hice o por el del exterior. En tu mano llevabas una toalla y en la otra tu taza de café. Te sonreí y negaste con la cabeza para luego devolverme la sonrisa y haciendo un ademán de que entrara a casa.
Sé que ahora me espera un leve regaño de de su parte, como las anteriores veces que llueve, pero eso no me quita la felicidad que ahora cargo.
El día estaba fresco y el viento traía el dulce aroma de la lluvia acercándose desde lo lejos. Era realmente un día muy agradable y esperaba con ansias aquella lluvia que estaba segura que estaba por llegar.
Una vez listo el café tomé mi taza favorita y serví un poco. Mi ser estaba realmente en paz luego de lo que había sucedido, de todo aquél camino que tuve que recorrer para al fin tener mi propio espacio.
De pronto, ahí estaba, el armonioso sonido de la lluvia cayendo sobre las casas, calles, plantas, etc. La emoción no tardó en adentrarse en mi y dejando la taza en la mesa salí al patio con los pies descalzos, pues dentro de la casa andaba así todos los días por la comodidad.
Me encanta sentir las gotas de la lluvia recorrer sobre mi piel, sintiendo que limpia mi alma y calma mis angustias. Mis pies estaban por completo mojados por los pequeños charcos que se hacían y que pisaba con entusiasmo de una niña pequeña sonriendo y tarareando mientras de igual forma mis ropas se empapaban con aquella lluvia que se estaba tornando cada vez más fuerte.
Desde ahí veía como algunas personas corrían para protegerse del agua y como otras metían la ropa que habían lavado ese día y ahora tendrían que secar nuevamente.
Desvié la mirada hacia la entrada de la casa y ahí estabas, una razón más para que mi día terminara perfecto. Te habías levantado quizás por el ruido que hice o por el del exterior. En tu mano llevabas una toalla y en la otra tu taza de café. Te sonreí y negaste con la cabeza para luego devolverme la sonrisa y haciendo un ademán de que entrara a casa.
Sé que ahora me espera un leve regaño de de su parte, como las anteriores veces que llueve, pero eso no me quita la felicidad que ahora cargo.
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