No me había percatado hasta la mañana de hoy, que ha pasado un año desde que estuve por aquí actualizando mi blog. Lo tengo muy abandonado.
Durante el año que transcurrió me pasaron muchas cosas, o así es como lo veo.
Una de ellas es que al fin egresé de la universidad. Me divertí visitando más lugares y conociendo a más personas. Disfrutando los momentos.
Actualmente estoy con el proceso de titulación, aunque debo admitir que se encuentra pausado. Ésto es debido a una cirugía que tuve de emergencia, en la que mis padres no me decían nada para no preocuparme, pues al parecer estuve a punto de no contarlo.
Tenía planeado muchas cosas para éste año que muy pocas logré conseguir, sin embargo no las he dejado de lado. Más bien todo lo tengo pausado.
Pasé la mayoría del año encerrada en un hospital veterinario, la verdad no tengo queja alguna, pues es agradable estar ahí en compañía de esas personas con las que convivo día a día.
Sin darme cuenta he aprendido más sobre la carrera estando ahí. Sé que me dije a mi misma que mi camino es hacia el manejo y cuidado de la fauna exótica que está como mascota en la actualidad pero no puedo negar que he avanzado más en el manejo de perros y gatos. No tengo queja alguna pues al final de cuentas también me agradan.
Poco a poco me he ido independizando más que hace un año y creo que eso es bueno.
Durante el año he tenido pensamientos tanto positivos como negativos, siento que mi vida ha sido una montaña rusa en la que sin duda, a pesar de todo, no quisiera bajarme porque de eso se trata la vida al fin de cuentas.
Tuve un conflicto emocional en una decisión que debía tomar, y esa era concentrarme en algo en específico. Me encanta mi carrera pero el dibujar y escribir también, es por eso que me sentía incompleta o más bien me sentía vacía.
Siento que soy un ser creativo y es por ello que el conflicto en mí crecía cada vez más al grado de depresión. Por más concentrada que estuviera en mi carrera sentía que algo me hacía falta, por tal motivo no daba el máximo de mi. Sin dudas todo era caótico en mi interior.
Pero algo cambió en mi persona, una luz se acercaba sin previo aviso y una noche, sola en la oscuridad de una habitación me descubrí a mi misma. Medité una semana completa en completa soledad. Lo que venía a mi mente era encontrar un punto de equilibrio entre las tres cosas que me gustan.
Pasaron los días y regresé a mi rutina, pero la idea ya la tenía en la cabeza. Estaba presente pero debía organizarla para alcanzar el equilibrio que debía tener. Sabía que las tres eran importantes, sabía que las tres formaban parte de mi y también sabía que para alcanzar un punto de equilibrio debía asignarles prioridad.
Actualmente sigo trabajando en ello, con las ideas más claras que antes, meditando antes de regresar nuevamente a la rutina. Dejando poco a poco las cosas más claras en mi mente, encontrando el equilibrio que necesitaba entre esas tres cosas.
Pero sobre todo, no dejando atrás las responsabilidades de la carrera que logré alcanzar.
No voy a mentirles, me siento emocionada de lo que me depara.
